Gimnasio Kiap

Más de 30 años a tu servicio

En el Gimnasio Escuela Kiap te encontrarás un ambiente familiar y deportivo y dedicación personalizada a cargo de grandes profesionales titulados. Ya son más de 30 años luchando por mantenernos, trabajando por la salud y calidad de vida de niños, jóvenes y adultos, con una actitud constante de renovación y cambio.  La clave de nuestro éxito es la diferenciación. La experiencia, profesionalidad y , sobre todo, el trato que ofrecemos , hacen de nuestro Gimnasio un lugar especial, en el que todos los alumnos se sienten como en casa.  Nuestro objetivo es seguir luchando para hacer crecer nuestras escuelas, mantener la calidad del servicio  y  conservar el maravilloso ambiente por el que se nos conoce. Si buscas un gimnasio en Vigo, no dudes en visitarnos. Ven a probar nuestras clases sin compromiso y descubre por ti mismo qué es lo que nos hace únicos.

 

Nuestros profesores y monitores

En el Gimnasio Kiap somos una gran familia formada por profesionales de diversas disciplinas. Todos nuestros profesores cuentan con grandes trayectorias profesionales. ¿Quieres conocerlos?

Nuestros alumnos opinan

Leticia Guedella

Leticia Guedella

25 años / Alumna de Taekwondo.

No voy a decir nada sobre mi padre, Alfonso Guedella, porque no sería objetiva. Pero si puedo ser objetiva al hablar de Fran, pues he tenido varios profesores de Taekwondo y él es el mejor con diferencia. Su paciencia y empatía hacen de él un entrenador excelente que se convierte en un segundo padre con el que sabes que siempre puedes contar, deportiva y personalmente. Lo recomiendo con todo mi corazón.

Pilar Rubio Esteban

Pilar Rubio Esteban

83 años / Gimnasia de Mantenimiento.

¿Qué voy a decir del Gimnasio Kiap? Llevo 30 años aquí, eso lo dice todo.

Jose González de Bustamante-López

37 años / Alumno de Taekwondo.

Hacer Taekwondo en el Kiap, es como ir a una terapia de grupo o ir al psicólogo, pero mucho mejor, haces deporte, te lo pasas bien y el grupo humano te ayuda con tus problemas.

Casiano Barrio

Xa fai máis de trinta anos que crucei por primeira vez a porta do Kiap, para min, adolescente daquela, foi relevante na miña formación coma home, infundíndome valores dos que me sento moi orgulloso; hoxe meus fillos tamén forman parte do seu alumnado.